Al abordar el desarrollo hitórico del movimiento obrero argentino, es necesario relacionarlo con las transformaciones sociales, políticas y económicas ocurridas en el país.
Marcaremos cuatro etapas para este trabajo, teniendo en cuenta que cada uno de ellos responde a un modelo de país diferente:
Primera etapa: desde fines del siglo XXIX hasta 1930. Modelo capitalista dependiente, caracterizado por tener sus bases en un esquema agroexportador subordinado al poder de Inglaterra y al mundo central europeo. Este modelo entra en crisis en los años 20 y serán los gobiernos radicales los que sufrirán los comienzos y los finales de esta crisis.
Segunda etapa: desde 1930 hasta 1943. Se caracteriza por un el agotamiento de dicho modelo. El comienzo del fin del modelo agroexportador, que llega a su crisis mayor en la llamada "década infame" en los años 30. En esta etapa nuestras elites asumen a mediados del 30 lo que dio en llamarse "modelo de sustitución de importaciones", de características dependientes, con un fuerte arraigo a la actividad industrial relacionada productivamente al espacio agro ganadero.
Tercera etapa: desde 1946 hasta 1055. Marcada por el estado peronista, de claro desarrollo industrial con una inédita distribución de la riqueza. Esto permitió una dinámica social, a partir de una recomposión de fuerzas dentro de la sociedad. La organización sindical y el movimiento obrero fueron la base de sustentación del modelo, su "columna vertebral".
Cuarta etapa: desde 1955 hasta 1976, donde la represión y el comienzo dela violencia a partir del golpe del 55 ,será la antesala de lo que vendría. Violencia direccionada especialmente hacia el movimiento obrero, con el fin de borrar el estado de situación social y organizativo alcanzado por la clase trabajadora alcanzado en la etapa anterior.
Primera etapa
Los primeros antecedentes de organizciones del trabajo se remontan al período colonial. Los gremios eran corporaciones de oficios con un claro carácter religioso, ya qu ela iglesia jugaba un papel dominante en todas las manifestaciones de la vida social. Los artesanos de la plata constituyeron un gremio de gran importancia, dada la actividad central de la colonia, es decir la extracción de metales en las minas de Bolivia y Perú. Los artesanos del cuero se constituyeron en una de las actividades principales del Río de La Plata.
En 1857 se funda la Asociación Tipográfica bonaerense y la Sociedad de Zapateros San Crispín, con un carácter más mutualista que gremial.
En 1877 se constituyó la primera estructura sindical con carácter moderno: La Unión Tipográfica bonaerense., que realizó una huelga por la baja de salarios a sus afiliados. El triunfo de esta medida marcó la celebración del primer convenio colectivo que se conoce en la Argentina.
1881: creación del Sindicato de comercio
1882: Sociedad obrera de albañiles y la Unión obrera de Sastres.
1887: se funda La Fraternidad, que agrupaba a conductores y foguistas ferroviarios.
En los comienzos, estas estructuras sindicales eran débiles, se constituían en torno a un conflicto, y una vez superado, desaparecian. La pérdida de una huelga también podía determinar su desaparición de la escena gremial.
No podía tampoco pensarse en un sindicato nacional ni en una estructura centralizada. Una excepción a esto, fue La Fraternidad, que buscó aunar el aspecto gremial y mutual, dentro de un esquema organizativo que consolidara una sola entidad fuerte y permanente.
Para comprender las caractaerísticas de las primeras organizaciones gremiales, hay que tener en cuenta la correinte migratoria europea que modificó, a partir de 1870, la conformación de la población argentina. Estos viajeros fueron los pioneros del naciente movimiento obrero argentino.
La oligarquía terrateniente, representada por el Partido Autonomista Nacional (PAN), saldrá triunfadora y con la conducción de Julio A. Roca, logrará diseñar la alianza de la clase dominante, hegemónica para la construcción del Estado Nación moderno argentino. Bajo dicho modelo capitalista dependiente, la Argentina ingresará al mercado mundial con una estrecha dependencia del imperialismo inglés.
Los poderes provinciales quedaron bajo el poder concentrado en Buenos Aires.
A fines de 1870, Roca amplía el territorio con la llamada "Campaña del desierto", despojando de sus tierras a la población originaria en el sur del país. La oligarquí construye el estado de acuerdo a la matriz que necesitaba el poder económico central europeo, para ponerlo al servicio del capitalismo central que tenía el claro rol de "taller", mientras la periferia (nuestro país), era el llamado "granero" proveedor de materias primas para dicho taller industrial.
El país se desarrolló en función del puerto, mirando al exterior, lo que se tradujo en graves desequilibrios internos: desmedido crecimiento de Buenos Aires y del litoral, en detrimento del interior del país, con una estructura latifundista del campo, carencia de desarrolo industrial y profundas desigualdades sociales.
La inmigración masiva constituyó uno de los ejes en los que se asentó la economía agro-exportadora.
La inmigración había llegado para contribuir a la colonización de la tierra, pero dada la estructura latifunidsta de las tierras, se vio impedida de ello. Por tal motivo, la mayoría de los inmigrantes se dirigieron hacia los centros urbanos donde pasaron a a engrosar el mercado de trabajo, constituyendo el proletariado urbano y con el paso del tiempo se fueron creando pequeños talleres de producción local.
En los comienzos del siglo XX empezó a incorporarse un nuevo actor social: el hijo del inmigrante, que luchaba por el ascenso social y la participación política.
La elite en el poder mantuvo constantes enfrentamientos con elos inmigrantes, especialmente con el proletariado urbano, por lo que la tensión social fue constante, desembocando en huelgas y enfrentamientos.
Inglaterra potencia dominante se convierte en el receptor de las exportaciones argentinas de carne y granos, y pasa a contorlar de la la mano de la elite, las finanzas, los servicios y la incipiente industria vinculada a la producción ganadera y agraria. El desarrollo capitalista de la Argentina requiere mayor cantidad de mano de obra, y la inmigración viene cubrir esa necesidad. Los sueldos van a caer tan rápido como a subir las horas de trabajo.
Uno de los problemas más graves fue el tema de la vivienda, y surge a raiz de esto, el conventillo, lugar de residencia obligado para los sectores populares, que vivían en condiciones de hacinamiento y en precaria situación sanitaria.
En 1901 los panaderos realizan su primera huelga por rama de actividad; en Rosario se lleva adelante una huelga general regional y en 1902 se convoca la primera huelga general.
A fines del siglo XIX existía en la Argentina un incipiente cultura anarquista nucleada alrededor del diario "La Protesta", centro feministas y antimilitaristas, escuelas racionalistas, además de la actividad sindical.
El anarquismo se expresa en 2 tendencias: una "antiorganización", tendiente a las actividades individuales, y otra "organizadora", que impulsa la organización sindical para la defensa de los trabajadores conocidos como "anarcosindicalistas", que fundan la Federación Obrera (FOA) en 1901.
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